Trucos para reducir una fotografia digitalizada...

Aprende a enviarla por e-mail en un tamaño considerable.

La fotografía digital abrió ampliamente la posibilidad de compartir imágenes. Se las puede enviar por correo electrónico, poner en internet para que otros las vean o enviarlas a participar en un concurso o certamen fotográfico. Sin embargo, el proceso de llevar esas imágenes desde la cámara a la pantalla de la computadora de otra persona de manera presentable no es tan fácil como debiera ser.

Pero no te impacientes.
Tras aprender cómo hacer las cosas, podrás compartir tus imágenes efectiva y simplemente. Con seguridad has recibido alguna vez un mensaje electrónico que supuestamente contenía una imagen enviada por alguien. Pero a veces de esa imagen sólo está el nombre, y nada más. O bien, la imagen es tan grande que cuesta verla, o bien viene bajo la forma de adjunto, perdiendo el impacto que habría tenido si hubiese estado incluida en el mensaje mismo.

Para enviar una imagen debidamente, debes primero ajustar su tamaño y entonces importarla o copiarla en el cuerpo del mensaje. Las imágenes procedentes de la mayoría de las cámaras digitales actuales son demasiado grandes como para ser enviadas en su tamaño original. Usemos PhotoShop, el programa más útil para manipulación de imágenes, como ejemplo de cómo reducirla para enviarla como e-mail.

Primero abre la fotografía que deseas enviar y, en el menú “imágenes”, selecciona “tamaño de la imagen”. Esta opción existe en casi todos los editores de imágenes. Esta ventana de diálogo te proporcionará la posibilidad de especificar el “tamaño del pixel” de la imagen. Ingresa un ancho de, digamos, 650 pixeles. El valor de la altura se modificará correspondientemente, de modo que la imagen mantenga su proporción original en ancho y altura. Cliquea “aceptar” y ve cómo tu imagen se reduce en tamaño. Esta versión reducida es lo que deseas al enviar una fotografía en un mensaje electrónico. Esta operación no modificará el tamaño del archivo original, a menos que guardes la imagen nueva bajo el mismo nombre de archivo.

Ahora, envíelo
Con la imagen reducida en la pantalla, abre el menú “archivo” y seleccione “guardar como”. Usa el menú desplegable en la ventana para seleccionar un formato como “jpg”, "png" o “gif”, normalmente reconocidos por los programas de correo electrónico. Seleccione una ubicación para la imagen, dale un nombre, elije un formato y guárdalo. Ve ahora al programa de correo electrónico. Inicie un mensaje y asegúrese de que está creando un mensaje en formato HTML o RTF. Cuando te halles en el cuerpo del mensaje, abre el menú “insertar” y selecciona “imagen”. Ubica la que acabas de guardar y ábrela. La imagen aparecerá ahora, en tamaño adecuado, dentro del cuerpo del mensaje. Y esto es todo. Ahora tus mensajes no agobiarán a tu destinatario con fotos gigantescas e imposibles de manejar.

Pese a la tentación de hacer fotografías sin necesidad de comprar película, la fotografía digital tiene su propio precio, que se mide, no en películas, sino en el costo en bytes, papel, tinta y aprendizaje y experiencia.

Mientras la fotografía digital te puede dar un control creativo que jamás tuviste antes con la fotografía con cámaras ópticas, a fin de cuentas ese control tiene su costo. Y es preciso que sepas de antemano en qué te metes antes de pasar a formar parte de las huestes de los aficionados a la fotografía digital.